Como sobrevivir con tostadas y jamón

Queridas Caracolas hoy vengo con un post importante en el que pretendo explicar cómo estoy viviendo mis hazañas con la comida (que no son pocas... quien me iba a decir a mi como echaría de menos unas lentejas de la abuela)

Antes de llegar a Irlanda mi hostfamily me puso en alerta del tema de la comida: la diferencia entre los platos y los horarios que se llevan a cabo. Yo toda muy valiente y con esas ganas de vivir y experimentar todo lo que Irlanda me daba, contesté que no era un problema ya que me podía adaptar a las comida (Que inocente chica...)

Pues sí, resulta que desde que he llegado mis comidas se han basado en sandwichs de jamón irlandés y mantequilla, champiñones y pollo, fruta, yogures y sobretodo mucha mucha coliflor, patata y zanahoria hervida (todo un manjar para paladares exquisitos)

Lo más curioso es el hecho de oír siempre la misma frase cuando hablas con otras Au pairs "tu tranquila, cuando tengas una rutina ya te iras haciendo tu propio horario de comidas" pues resulta que mes y medio más tarde sigo sin encontrar ese tal horario de comidas.

Aquí, para quien no lo sepa, hacen dos comidas importantes y mucho picoteo.

Por la mañana cuando se levantan se comen un par de huevos hervidos con "butter beans" (una especie de judías blancas en salsa de tomate, yo sigo sin tener el valor de probarlas ni comérmelas a las7 de la mañana) y un bol de avena aquí llamado "porridge".

Después a media mañana se comen un sandwich, craquers, fruta y muuucho café o te con leche.

Hacia las 4.30/5 de la tarde hacen lo que es el lunch (preparense porque ahí uno se pone las botas de montaña, de agua y hasta los botines si hace falta) en el cual consta de un plato de pasta o de puré de patatas (bien de carbos), algo de verdura hervida y carne o pescado al horno.

Los fines de semana la cosa cambia un poco ya que es el momento de ponerse como cerdetes comiendo junto a la familia, alrededor de cantidades inmensas de comida, verdura y apple pie.

El segundo domingo que estuve aquí, mi familia me ofreció vivir un domingo en familia. Así que ni tonta ni perezosa los acompañé. Allí me encontré a las dos tías, las 4 sobrinas, los novios de las sobrinas, el abuelo y hasta los dos perros... un total de 15 personas ni más ni menos!

Después de explicaros todo, entiendo porque mis pantalones se caen, las camisetas se ven mas grandes y mi hostdad dice que cada semana estoy diferente. Pero no os penséis que no como... no!

La verdad es que tengo que agradecer a mi hostfamily la facilidad que me da para cocinar lo que me apetezca (con aceite de oliva y todo, esto no es moco de pavo oigan!) Así que cada semana cae una tortillita de patatas si o si, aunque que como buena catalana que soy echo mucho de menos el pan con tomate (pero todo se andará, poco a poco)

Así que no sabéis como echo de menos la comida que en España no quería ni ver. Las lentejas de mi abuela, el estofado de mi madre o incluso las tostadas quemadas de mi hermano! (familia preparaos que en Navidad quiero comerlo todo!)

Pero cuál fue mi sorpresa? Un viernes cualquiera, paseando por la town con un par de Au pairs más, fuimos a dar con un restaurante de comida española! (no escuchasteis nuestros gritos mientras leíamos la carta? patatas bravas, calamares, croquetas, pan con tomate... todo un placer para los sentidos!) creo que tenemos restaurante favorito en la town.

Ahora llega el momento de la pregunta del millón. Vosotros también echáis de menos alguna comida en especial o cual creéis que seria?

Nos vemos pronto pequeñas caracolillas!

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